miércoles, enero 17, 2007


Hay amores que nacen para morir,
pequeños barcos de deseo zarandeados por imposibles y quimeras,
que naufragan en un mar de jadeos esfumados y sonrisas por pintar.
Travesías sin camino en océanos de sueños,
puertos donde recalan otros tantos cuerpos.
Pasajeros son billetes,
camarotes de ilusiones,
alumbrados por suspiros y decorados de irrealidades.
Salidas sin llegadas,
despedidas sin saludos,
caricias sin tu piel
y orgasmos sin casi un roce.
Barcos en el alma varados
y amores como los nuestros

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