Tu voz acaricia mis sentidos, el eco tímido de tus palabras apacigua mis recuerdos.
Imagino tu rostro mientras tanto, rememoro tus facciones, redibujo tus sonrisas. Intento evadirme en tus susurros, recostarme en tus palabras y una vez más conformarme con imaginarte.
Invento frases, discursos y caricias que nunca te daré, desde este rincón de mi mente ahora vivo lo que nunca sé si podrá ser, lo que no sé si querré, pero desde aquí hoy me siento feliz