jueves, diciembre 28, 2006


Te miraba nerviosa, intentando aparentar seguridad y maldiciendo la facilidad de sonrojarse de mis mejillas.Tu me mirabas fijo, bromeabas y tus manos nerviosas jugaban en tus bolsillos; mientras tanto el ascensor nos llevaba hasta donde sabíamos queríamos aunque nerviosos llegar.Abro la puerta de la habitación, entramos a oscuras y acierto a encender una pequeña lámpara, cuando me enderezo noto tu respiración tras de mi, ni siquiera me rozas y ya erizas mi piel.Ahora te miro a los ojos, tus manos me rodean y empiezo a sentirme más cómoda, rodeo tu cuello con mis brazos, acerco mi cara a tu cuello y por fin huelo tu aroma
-Tenía tantas ganas de esto, tantas ganas de estar aquí…
Coges mi cara entre tus manos , tus pulgares recorren mis labios, mi lengua juguetea con ellos y me acerco hasta casi rozar tus labios, un fingido paso atrás te hace avanzar hacia mi y ahora sonriendo comienzas a besarme.Eres tal y como imaginé una mezcla de dulzura que se evapora en el volcán de tu deseo.Nuestros besos son tímidos al comienzo, después tus dientes muerden mi labio y nuestras lenguas se alían en la lucha contra la prudencia y la victoria del placer.Mis manos se han colado por tu ropa y acaricio tu espalda recreándome en cada uno de tus poros, mientras me miras sonriente colaboras a dejarme poseer la cubierta de tu corazón, ese que late acelerado a nuestro compás.
-Te llevo ventaja, no querrás quedarte atrás….
Sonriendo guío tus manos al primero de los botones; en tu apresurado recorrido arrancas uno de ellos mientras reímos ahora confiados.Tu boca busca protagonismo y tras liberarlos de su prisión son tus dientes quienes vuelven a apresar mis pezones hasta hacerles arder de deseo.Mis manos desabrochan tu cinturón, hace tiempo que quiero sentirte pegado a mi sin barreras; te tomas la revancha dejándome expuesta ante ti.Este será nuestro primer abrazo, el más íntimo y profundo y la señal de una irrevocable carrera hacia el éxtasis.Tu sexo iniesto roza mi piel, te separas para mirarme seductor, con una medio sonrisa juguetona y entre tropiezos llegamos a la cama.
Tu espalda descansa sobre el colchón, mis labios ya recorren tu cuello, mi lengua baja hasta tus pezones y comienzo el ardiente recorrido hasta tu ombligo, llego hasta donde hace horas quiero llegar y tu gemido me indica que soy bienvenida.Ahora desde aquí aún e gustas más, observo tu cara mientras mi lengua cobra vida propia y tu mirada, más allá del tiempo y el lugar, me hace cómplice de tu placer.Me encanta esa sensación de darte todo el placer que sé y verte indefensamente feliz y extasiado, preso de tu deseo y la lujuria de mis labios.Dura poco mi reinado y ahora me volteas hasta poseer de nuevos mis pechos y maliciosamente sujetas mis manos mientras me devuelves la tortura de acercarte a mi reclamo.Mi cuerpo ya no me obedece y ahora solo puedo dejarme caer en el primer abismo al que me lanzas.Tu boca me ofrece mi néctar y me fundo en un agradecimiento sin palabras, robándote el puesto sobre mi y aferrándome a tu cuerpo sentada sobre él.Mis manso rodena tu cuello, nuestros sexos se rozan y me encargo de guiarlos hasta su encuentro, mi labio apresado por mis dientes desvelan mi placer.Comienza el baile y tus labios me sacan a la pista, el balanceo de mi cuerpo marca el ritmo de tu palpitar.MI susurro anhelando que des más enciende tu cuerpo y me guías con descaro y rapidez hasta donde quieres llegar.Tu boca, mi cuello, mi aliento, tu cuerpo, mis ganas, tu sexo……………..y al fin me derrito y te quemo, te derramas y me pierdo.
Sonriente me miras mientras remolona me desperezo, mi cuerpo aún tiene tus huellas y mi piel ya te echa de menos, solo han pasado unas horas y te busco de nuevo

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