II

Un mes, 30 angostos días desde que le dejé atrás, 30 noches en vela escuchando aquel coche derrapar, miles de lágrimas ahogadas recordando que con aquel accidente fueron muchas las vidas a truncar, tantas mañanas sombrías sin que nada me pueda confortar.
Ni una sola palabra de ellos he vuelto a escuchar, detrás de hirientes reproches no volví a su cariño vislumbrar.Ni un solo minuto te he dejado de recordar, sé que en nuestra playa siempre estarás, sé que aquellos ojos de cielo ni siquiera esta letal tormenta lograron nublar.
Con tu vida se rasgó la mía, solo hay alguien que la sepa remendar, pero no es ahora tiempo ni lugar, si alguna vez fue mío sé que en sus ojos siempre me sabré encontrar y cada noche con quien leyendo sus letras me permito soñar, como cada día un instante me permitiré volver a amar
Acurrucada en las mantas de este familiarmente extraño sofá me rodean nuevas sonrisas y añorados acentos que escuchar, mientras tanto pérdida entre imágenes de nuevo una frase que entonces solo me pareció original, ahora más real

Dicen que las princesas
no tienen equilibrio,
son tan sensibles que notan
la rotación de la tierra.
Dicen que son tan sensibles
que enferman si están lejos
de su reino, que hasta
pueden morir de tristeza.